
Ahora ella va a dos mil por hora por la vida, pisa el freno sólo para sus dos críos,él supo hacerse más compañero del frío ese que le hacía sangrar por la herida.Si hoy la describo, digo profeta Mahoma,una vez hecho un trato ya lo consiguió,y él adquirió una gran filosofía de goma y zapatos baratos, eso no cambió. Ninguno de los dos creía en el destino y este se vengó. Para hacerse notarles va poniendo más piedras en el camino.
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